Era una tarde de verano, donde el
brillo del sol iluminaba con sus tonalidades de colores, cuando en la orilla de
un lago se reunieron dos grandes aves, sus largas patas les permitían caminar
por la orilla como se de unos zancudos en una fiesta danzaran al son de la música,
por un lado una preciosa cigüeña con su blanco inmaculado y por otro lado una preciosa grulla con su gris perla.
Las dos al unirse en su común esfuerzo
por conseguir comida, comenzaron a charlar de sus cosas de aves, cuando de
repente y en medio de esta grata conversación de amigas, la cigüeña le pregunto
a la grulla ¿Qué tal te va en esos viajes? Yo como sabrás me he hecho sedentaria
y ya no viajo mucho, la grulla muy sorprendida le contesto en mis viajes muy
bien soy libre de volar a donde me apetezca, un día duermo aquí otro día allá…
la cigüeña le corto la conversación y le dijo “eso es muy cansado, mira yo vivo
en mi nido todo el año y no tengo que andar buscando donde dormir cada noche,
es mucho mas cómodo” , la grulla comenzaba a irritarse por momentos viendo en
que se había convertido su amiga de viajes y de vuelos y le pregunto, ¿no echas
de menos la libertad? A lo que la cigüeña le respondió pero si yo soy libre he
elegido esta forma de vivir simplemente por comodidad, la grulla ya en un tono más serio le dijo ¿y
cambias libertad por comodidad? ¿Cambias todos esos maravillosos viajes que hacíamos
por tener un nido todo el año? ¿Incluso eres capaz de pasar fríos intensos por
no moverte? La cigüeña se quedo pensativa y no respondió.
La grulla erizo su pequeña cresta
y cambio la tonalidad de su cuerpo a un gris aun más intenso ante la callada a
su pregunta que le había hecho su amiga y en un tono mas enérgico pero sin
llegar a gritar, ya que cuando uno grita pierde la razón, comenzó a decirle, “perdona si me meto en
donde no me llaman, pero no puedo evitar decirte esto, como amiga que te
considero ya que desde hace muchos siglos nuestros antepasados surcaban los
cielos juntos, tú con ese cuerpo que te dio la naturaleza para volar donde
quieras , tú has cometido un gran error y no es otro que vivir muy cerca de los
humanos.
La cigüeña estaba perpleja ante
las palabras de su amiga la grulla y no tenía ni fuerzas ni palabras para poder
responderle.
La grulla continuo con sus comentarios
y añadió, al vivir cerca de los humanos has perdido tu esencia de viajera, tu
esencia de ave libre y lo cambias todo por la comodidad, al igual que ellos
hicieron muchos años atrás, que por la comodidad de un hogar son capaces hasta
de matarse con tal de que nadie se lo quite, pues tu querida amiga cigüeña te
ha humanizado y al hacer esto has perdido al igual que ellos todo sentido de la
libertad, habéis dejado de mirar los cielos, de observar lo bello que es la
naturaleza, de sentir el frescor que un rio deja mientras lo recorren su aguas,
en fin me dais mucha pena, ya que habéis perdido la alegría por vivir y sentir
la naturaleza, tu prefieres morirte de frio con tal de no perder tu nido,
incluso si tu nido se deteriora en vez de arreglarlo esperas a que los humanos
vengan y te lo reparen, tu comodidad y tu humanización querida amiga te han
hecho perder tu felicidad.
La cigüeña estaba totalmente muda
y poco a poco sus ojos comenzaron a brillar cada vez más y mas hasta que de
ellos comenzaron a brotar unas lagrimas que le recorrían todo su largo pico.
Por fin la cigüeña fue capaz de
articular palabra y dijo “pero ahora ya es tarde”
La grulla entonces encendió toda su
cresta de un rojo pasión que casi deslumbraba al mismo sol y le respondió, es más
preocupante de lo que pensaba, el estar tan cerca de los humanos te ha
destrozado irremediablemente e incluso ya piensas como ellos y te rindes sin incluso
comenzar la lucha, nuca es tarde para nada simplemente te lo tienen es que
proponer y dejar la derrota para esta raza que siempre está pensando que sus
propios problemas se los tiene que resolver una entidad divina y mientras tanto
ellos se rinden sin más esperando que esa divinidad les repare todo lo que
ellos no supieron hacer bien. Vuelve a volar libre y aléjate de ellos no son
una buena influencia.
La cigüeña que continuaba en su
baño de lagrimas miro fijamente a la grulla y le dijo “sabes que tienes toda la
razón, me voy a alejar de sus influencias y me voy a alejar de ellos y voy a
volver a ser libre y feliz” las dos amigas entrelazaron sus largos cuellos como
si de un gran abrazo se tratara y juntas remontaron el vuelo a lugares
desconocidos para la humanidad y donde aun los hombres no han logrado pisar.
Desde aquel momento las cigüeñas desaparecieron
de todos los campanarios, de las torres de alta tensión, y de cualquier
estructura creada por el hombre y no las hemos visto mas.
Moraleja: no te rindas antes de
comenzar una lucha la fuerza interior que cada uno de nosotros tenemos es capaz
de derribar cualquier muro que se ponga delante de nosotros, pero claro hay que
intentarlo.
excelente
ResponderEliminarGracias por el mensaje que dejás. Creo que algunos necesitamos que nos lo recuerden!!! Muy hermoso, Santi!!! M A L I Y A
ResponderEliminarrealmente bellas letras , gracias por concedernos el privilegio de ser testigos de ellas, besinos y feliz fin de semana.
ResponderEliminarHermoso mensaje que me llega en buen momento!!! Gracias Santi!!!
ResponderEliminarMario Ortega