sábado, 21 de enero de 2012

El viejo y sabio elefante.


Era una mañana fría, húmeda, gris puesto que la niebla aun no había comenzado  a desaparecer y el sol aun con sus rayos había podido comenzar a calentar el día. La sabana africana comenzaba a despertar y los animales que viven durante la noche volvían al calor de sus madrigueras hasta que la oscuridad reinara de nuevo.
Una manada d elefantes estaba celebrando el ritual de la despedida de uno de ellos, de le mas anciano de todos al que ya le había llegado su día de partir a mundos mejores, no había tristeza todo lo contrario incluso había jubilo ya que el elefante anciano había podido llegar al final de sus días y ya tenía un largo recorrido a sus espaldas, los elefantes comenzaron a despedirse sabiendo que en el transcurso de unos años se reencontrarían con su anciano amigo, padre, compañero, y en definitiva una criatura fiel a los suyos.
Este anciano elefante ya muy arrugado por el paso de los años, con solo un colmillo ya que el otro lo había perdido en una de tantas batallas por defender a los suyos, las orejas ya las tenia rasgadas por infinidad de sitios y podían verse en su dura piel cientos de cicatrices de las luchas por defender su vida y la de los suyos.
Este elefante estaba feliz, había visto crecer a algunos de sus hijos, no ha todos ya que alguno de ellos se había quedado en el camino a temprana edad devorado por algún que otro animal salvaje de la sabana, pero él estaba feliz había conseguido su propósito que no es otro que mantener a su especie sobre la tierra dejando en sus hijos su mejor legado que son sus genes de guerrero y de compañero fiel, no hay mejor regalo para dejar a unos hijos que la genética, ese regalo no tiene precio en el mercado.
Tras despedirse de todos, comenzó su largo viaje hacia el cementerio de elefantes sin mirar a tras, no era el momento de hacerlo, los bramidos de sus compañeros se podían escuchar a cientos de kilómetros, este elefante con paso cansino ya por su edad estaba muy orgulloso de lo que dejaba atrás.
En su paso firme pero lento paso cerca de una charca y decidió pararse a beber, cuando de repente escucho a una pequeña rana verde que lloraba desconsolada, el elefante que aunque tenía prisa por llegar a su destino final no podía dejar aquella ranita desconsolada y caminar hacia delante sin más, no iba estropear tantos años de una buena conducta por unos instantes finales, por lo que se acerco a la ranita y le pregunto, ¿Qué te sucede pequeña ranita?
La ranita alzo la mirada y ante aquella imponente figura se escondió detrás de unas hierbecitas al borde de la charca, el elefante medio riéndose del susto que le había propinado le dijo, no voy a acerté daño solo quiero saber cuál es tu mal que tanto te hace llorar quizás pueda ayudarte.
La ranita en principio tímida y todo hay que decirlo aun asustada salió levemente de entre las hierbas, el elefante en un gesto de cariño acerco su larga y arrugada trompa y le dijo súbete a mi trompa y así podremos charlar mejor mirándonos a los ojos, la ranita perdió por completo el miedo y de un gran salto se subió a su trompa el elefante que con sumo cuidado la acerco a uno de sus ojos para comenzar dicha conversación, y le pregunto de nuevo ¿Qué males tienes que tanto te hacen llorar?
La ranita tras un gran suspiro de tristeza le dijo, amigo mío todo me sucede a mí, al principio de la creación el agua abundaba por doquier y yo podía poner mis huevos en cualquier lado y al poco tiempo mis miles de retoños nadaban por doquier, ahora el mundo se está secando y no tengo apenas lugares donde poner mis huevos por lo que estoy a punto de desaparecer del planeta.
El elefante se quedo pensativo y tras unos instantes le respondió,  no te preocupes querida amiga la naturaleza es muy sabia y al igual que tu hace muchos siglos solo podías vivir dentro del agua supiste evolucionar y ahora puedes respirar fuera del agua y vivir mucho tiempo sin ni siquiera acercarte a este liquido elemento, pues tus hijos se modificaran para mantener la especie y comenzaran a respirar sin necesidad de estar en el agua, y por otra parte algunas de tus hermanas de especie viendo la que se avecinaba ya han comenzado a buscar formas alternativas de poner sus huevos en otros sitios que no sean charcas, así que no te preocupes que no tu especie no va a desaparecer de la tierra.
La ranita se quedo muy contenta ante aquellas maravillosa palabras y ni corta ni perezosa comenzó a buscar alternativas donde de colocar sus huevos.
El anciano elefante más contento aun que cuando comenzó su camino prosiguió su ruta.
No había caminado ni 200 metros cuando vio unas bayas preciosas y rojas y no pudo reprimir sus ansias por probarlas, cuando estaba dándose su último festín, comenzó a oír llorar desesperadamente, tras buscar de donde salían aquellos llantos vio a una hembra de tigre preciosa y majestuosa y le pregunto ¿querida amiga que es lo que te aflige?
La tigresa le respondió, es que todo me pasa a mí, esa raza que a si misma se denomina superior a matado ayer a toda mi familia, a mi pareja, a mis cachorros, y estoy triste por eso.
El elefante medito las palabras de su nueva amiga y mientras estaba meditando, la tigresa medio enfurecida grito, y solo los matan para hacer alfombras y ponerlas en sus casas y poder presumir.
El elefante comenzó a mirarla con dulzura y le comento esos humanos no solo han matado a tu familia a dos de mis hijos cuando ya eran adultos los mataron simplemente para coger sus colmillos dejando el resto de su cuerpo pudriéndose al sol, pero no te preocupes, estos humanos no les queda más remedio que evolucionar hacia una sociedad más justa más humilde y más solidaria y tendrán que mirar de nuevo al cielo azul a las estrellas y volver a vivir en armonía con la naturaleza, y si no lo hacen se verán abocados a la destrucción y a la desaparición de su propia especie, por lo tanto no te preocupes que en el transcurso de unos años ya sea por una causa u otra los humanos no nos molestaran mas.
La tigresa sonrió pues había comprendido las palabras del sabio elefante, mientras que el elefante con una sonrisa de complicidad le dijo y no te preocupes que el tiempo lo cura todo y encontraras a otro tigre con el que volver a tener una familia.
La tigresa cada vez más contenta ante aquellas palabras de apoyo y cariño demostradas por su nuevo amigo, esbozo una sonrisa.
En aquel momento apareció un hermoso tigre blanco de los que casi ya no quedan, era un macho precioso, fuerte, aguerrido y por fortuna para la tigresa muy cariñoso. El tigre se acercó a los dos amigos y les pidió unirse al la conversación, comenzaron a charlar amistosamente y tras unos minutos en los que el elefante recordó hacia donde estaban dirigidos sus pasos se despidió, los dos tigres se quedaros juntos charlando de sus aventuras y quizás quién sabe si preparando una vida en común.
El elefante estaba que no cabía en su imponente cuerpo lleno de alegría, tras antes de partir había dejado  a sus nuevos amigos felices y en compañía.
Ya cuando estaba llegando casi a su destino y quizás por desgracia para el se encontró con una manada de leones hambrientos y dispuestos a que el elefante fuera su desayuno.
El león líder de la manada se le acerco arrogante y le dijo, todo te pasa a ti, no vas a poder llegar a tu destino ya que te vamos a matar aquí mismo y te vamos a devorar.
El sabio y anciano elefante, miro al león y sonrió y le dijo, gracias su majestad….
El león se quedo atónito ante las palabras del elefante y le dijo de nuevo, tú has entendido bien, te vamos a matar y a devorar y tú me das las gracias.
El elefante volvió a mirar al león y volvió a sonreír miro uno por uno a todos los miembros de la manada y les dijo con voz rotunda. Os vuelvo a decir gracias…
La manada de leones comenzó a cambiar su actitud y pasaron de la agresividad a la sorpresa y comenzaron a sentarse uno a uno haciendo un círculo alrededor del elefante.
Este también se sentó y comenzó a hablar con todos ellos, os doy las gracias ya que en mi vida he sido inmensamente feliz, he criado a mis hijos como mejor supe, he cuidado de mis parejas con cariño y lealtad y ya cuando venia hacia mi camino he podido ayudar a dos amigos antes de finalizar mis días a que sean más felices y ahora en mi último aliento y a pocos metros de mi destino final donde iba a dejarme morir, aparecéis vosotros y me decís que me vais a devorar, eso que en otras épocas de mi vida hubiera servido para que más de uno de vosotros leones estuvierais partidos por la mitad hoy me hace muy feliz ya que en mi ultimo día voy a ser alimento para una manada de hoy amigos y les saciare su hambre y podrán continuar sus vidas algunos días más, mi carne no se pudrirá al sol cuando me muera sino que servirá para que otras vidas puedan continuar en su camino.
Los leones comenzaron a llorar ante aquel gesto de generosidad y una de las leonas la mas mayor  del grupo y que era la madre del líder de dicha manada dijo en voz rotunda, gracias a ti por este gesto que te honra y aunque mi hijo es el líder de la manada quien realmente dice que se tiene que hacer aquí soy yo, y te vamos a permitir que mueras donde tu habías decidido y cuando ya estés muerto y como es tu deseo para que tu carne no se pudra al sol nosotros iremos y será entonces cuando aprovechemos para comerte y saciar nuestro apetito.
El elefante acepto la propuesta y les dijo gracias por permitirme morir a mi manera y gracias por después de que yo muera aprovechar mi carne, así mi energía estar dentro de cada uno de vosotros y no abre desaparecido en mi ultimo día en balde.
Todos los leones aceptaron de buen gusto la propuesta y se dirigieron a un árbol cercano a tumbarse a la sombra mientras el elefante recorría sus últimos metros para llegar a su fin.
El elefante llego a su destino y se tumbo plácidamente mientras miraba el cielo y una lagrima recorrió su mejilla arrugada, no era una lagrima de tristeza era una lagrima de alegría por el trabajo bien hecho y porque incluso después de haber muerto podría continuar ayudando.




Moraleja:   siempre pensamos que lo peor nos ha pasado a nosotros, pero no tenemos más que levantar la mirada, ver alrededor para comprobar que siempre hay alguien que está peor y pasándolo más mal que nosotros, hay que conformarse con la vida que nos toco vivir y ser felices ya que cuando nos llegue el momento de partir y echemos la vista atrás comprobaremos que hemos dejado huella y que nuestro paso por la vida no ha sido en balde.
Como diría nuestro sabio elefante, simplemente tenemos que evolucionar.

santiastur 2012

3 comentarios:

  1. ME TOCÓ EL CORAZÓN. PRECIOSO... GRACIAS!!!
    M A L I Y A

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  2. Precioso Santi!!! Gracias por el mensaje que transmites!!! Un abrazo

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  3. Me olvidé decir que soy Mario Ortega...

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