jueves, 19 de enero de 2012

el amor verdadero


En un jardín de un pequeña ciudad florecían toda las primaveras un sinfín de flores las había de todos los tipos, y todas eran muy hermosas con sus pétalos coloridos brillando al sol todo un placer contemplar tanta belleza, pero en un invierno con las tormentas y los vientos fue a parar a dicho jardín una semilla desconocida para todas las demás plantas, cuando empezó a germinar todas pensarían que sería una más, bella colorida como todas ellas eran, pero la casualidad hizo que esa semilla fuera de una planta que no destaca precisamente por su belleza, quizás si por su robustez pero nunca por ser hermosa era un cardo, poco a poco comenzaron a florecer todas las flores incluso la menos hermosa de ellas, cuando el jardín ya estaba en su máximo esplendor se dio otra curiosidad y es que el cardo floreció cerca del mejor rosal del jardín, dicho rosal tenía una rosa que destacaba sobre todas las demás por su color rojo era intenso sus pétalos perfectos y a su lado el cardo feo sin color y con unos pétalos un tanto desagradables, el cardo se fue enamorando día a día de aquella imponerte rosa y por mas que se decía me tengo que callar mi amor esa flor no es para mí no podía por otra parte dejar de contemplarla y llorar en silencio su gran pasión, pasaron los días y el cardo al final un día se armo de valor y se lo comunico a la rosa, le dijo lo que sentía y lo que sufría todos los días por su amor, la rosa tan hermosa tan bella no dio crédito a lo que oía y comenzó a reírse con una prepotencia desorbitada, le decía “tu flor incolora, fea y desagradable te has enamorado de mi”, y con una risa maliciosa le dijo “as mirado a tu alrededor cualquiera de estas flores dobla tu belleza y tú te fijas en mi” y continuo riéndose del pobre cardo, el cardo quedo desolado pero su amor seguía en su interior era superior a sus fuerzas y seguía sufriendo. Los días pasaron y la rosa comenzó a marchitarse, a perder su color, a perder su don más preciado sus pétalos y el cardo estaba a su lado igual que el primer día espigado y fuerte. La rosa se moría y en su ultimo día ya casi sin pétalos y dándose cuenta que llegaba su fin le pregunto al cardo “continuas enamorado de mi” el cardo contesto sorprendido “un amor real como el que yo te tengo no se pierde aunque tú me hicieras daño y por supuesto que sigo enamorado de ti”, la rosa entre lloros y sollozos le dijo, “no me gustaría morirme sin saber lo que es el amor y estuve tan ciega mirándome a mi misma que no me fije en nada mas, me dejarías en mi último día enamorarme de ti cardo” y el cardo le contesto que por supuesto le dejaba enamorarse de él pero que el amor no era una cosa que se pudiera decidir así y que ella aunque lo intentara y quisiera no se enamoraría realmente, esto dejo a la rosa pensativa y se dijo “que tonta he sido, todo el tiempo mi amor verdadero aquí y no supe mirar ni un segundo para él” . La rosa se marchito completamente y el cardo continuo viviendo una larga temporada más, eso sí siempre con su rosa hermosa en el corazón.


santiastur 2012

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