miércoles, 21 de noviembre de 2012

El gran apagón.


Una tarde de un año cualquiera el mundo vivía en un miedo continuo a que se pudiera producir por parte del sol una gran tormenta que dejara al mudo totalmente apagado y con ese miedo diario las personas de muchos países Vivían su día a día. En otras partes del mundo Vivían totalmente ajenos a este acontecimiento ya que la única electricidad que veían de vez en cuando no era otra que la propia naturaleza creaba en forma de rayos.
Una mañana mientras todo el mundo estaba en su trabajo o en sus quehaceres de repente en varios países del mundo se produjo este apagón que tanto se temía, las personas estaban totalmente perdidas, no sabían que podían hacer, lloraban al ver todo apagado, se habían quedado sin nada, sin sus ordenadores, sin sus móviles, sin sus coches. Sus casas totalmente apagadas en las que apenas podían preparar la comida ya que la que no se perdía, no había forma posible de calentarla o cocinarla. Y mientras en la otra franja del mundo continuaban con su vida como si nada, alimentándose como siempre, con su vida sin ningún cambio, para ellos todo estaba como siempre.
La verdad es que muchas de las personas que lo perdieron todo no supieron rehacer su vida y por desgracia comenzaron a perecer, de tristeza, de hambre, de enfermedades. Y el antiguamente denominado tercer mundo no hacia más que crecer ya que para ellos nada había cambiado.
Mientras tanto en un gran despacho de una gran mansión escondida de los ojos curiosos un grupo de hombres y mujeres, brindaban con todo el confort que puede dar la calefacción encendida en un mes de frio, con una gran cena en la que no faltaba de nada charlaban y reían, orgullosos de lo que habían logrado. Ya en el brindis final de esa lujosa fiesta en la que no faltaba de nada con un derroche de luces de colores música y demás cosas imaginables, el que parecía llevar la voz cantante dentro de aquel concurrido grupo de personas, poderosas dijo: “esta vez sí que hemos triunfado y hemos puesto a nuestros pies a la humanidad, el quitarles la luz y todo lo que esto conlleva ha sido nuestra  mejor victoria y lo mejor de todo es que culpan al sol, jajaja, pobres ilusos si supieran la verdad, jajaja”
Pero estos poderosos se toparon con un enemigo al que no habían calculado y eran esos miles de pueblos que nunca habían tenido luz y que no la necesitaban para nada, y estos pueblos fueron evolucionando pero no en el sentido que todos creeríamos de ser dependientes de la luz, no estos pueblos realizaron su evolución enfocada de otra forma de otra manera a la que estos poderosos no se podían enfrentar, no le necesitaban para nada, su vida en contacto con la naturaleza y sacando de ella todo lo que les era necesario para vivir los hacía totalmente independientes.
Poco a poco este grupo de poderosos se fue quedando sin humanidad que controlar y dirigir y fueron perdiendo todo su poder y su dinero era agua en el mar. Se quedaron solos y ya sabemos que la soledad es muy mala.
Y así comenzó una nueva era, una era de libertad, de volver a vivir con la naturaleza, de ser de nuevo y aunque parezca mentira, de ser FELICES.
Moraleja: la vida la hacemos nosotros como queremos, sin ataduras de ningún tipo y sin escuchar indefinidamente a los que tienen el poder, ya que estos no luchan por nuestra felicidad, ellos luchan por dominarnos.

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